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En ocasiones, la suerte y la esperanza pueden irse tan rápido como llegaron. Es el caso de la terrible tragedia que un grupo de bomberos de Castilla y León y una niña haitiana tuvieron que vivir en el devastado país caribeño.
El grupo de bomberos españoles desplazado a Haití había sido destinado a rastrear un edificio, cuando algunos lugareños les advirtieron que en una casa derruida se oían voces. Los rescatadores comenzaron a escarbar y localizaron viva a una niña de unos doce o catorce años. Aunque la situación era mala porque los escombros estaban muy disgregados, los bomberos consiguieron liberarle la cara y comenzar a hidratarla.
Tras dos horas de trabajo, la pequeña estaba liberada hasta la cintura y tan solo la aprisionaba el cadáver se su propia madre, fallecida y en estado de descomposición. En ese momento, la escolta canadiense de los rescatadores comenzaron a alarmar a los españoles, pues la situación de la zona no era segura. Media hora más sería suficiente para recatar a la niña, y finalmente los canadienses y los pakistaníes, que cubrían el pasillo de salida, cedieron. Media hora más para salvar una vida.
Creo q son unas historias muy duras y todos deberíamos ayudar ya que tragedias así o diferentes nos pueden pasar a todos y por lo menos tenemos un apoyo seguro, el de todos.
Además ver que esta situación va mejorando gracias a un mínimo esfuerzo q entre todos hemos conseguido nos ayudará a sentirnos bien y llevar un mundo mejor.
Ayudar a Haití es ayudarnos a nosotros mismos.
El grupo de bomberos españoles desplazado a Haití había sido destinado a rastrear un edificio, cuando algunos lugareños les advirtieron que en una casa derruida se oían voces. Los rescatadores comenzaron a escarbar y localizaron viva a una niña de unos doce o catorce años. Aunque la situación era mala porque los escombros estaban muy disgregados, los bomberos consiguieron liberarle la cara y comenzar a hidratarla.
Tras dos horas de trabajo, la pequeña estaba liberada hasta la cintura y tan solo la aprisionaba el cadáver se su propia madre, fallecida y en estado de descomposición. En ese momento, la escolta canadiense de los rescatadores comenzaron a alarmar a los españoles, pues la situación de la zona no era segura. Media hora más sería suficiente para recatar a la niña, y finalmente los canadienses y los pakistaníes, que cubrían el pasillo de salida, cedieron. Media hora más para salvar una vida.
Creo q son unas historias muy duras y todos deberíamos ayudar ya que tragedias así o diferentes nos pueden pasar a todos y por lo menos tenemos un apoyo seguro, el de todos.
Además ver que esta situación va mejorando gracias a un mínimo esfuerzo q entre todos hemos conseguido nos ayudará a sentirnos bien y llevar un mundo mejor.
Ayudar a Haití es ayudarnos a nosotros mismos.
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